PÓETICAS PERSONALES: MALENA SALAZAR MACIÁ
Malena Salazar Maciá es quizá la más reciente escritora cubana de mis más queridos afectos dentro de los muy poquísimos escritores cubanos que conozco, que además de Martí, obvio, está Lezama Lima, recontra obvio; Carpentier, Guillén, Cabrera Infante y Arenas, estos muy leídos; Kozer, poetazo; Padura, super leidísimo; Zoé Valdés y Wendy Guerra que se pusieron de moda en Francia cuando estudiaba por allá, aunque sólo leídos algunos textillos de la primera; Chely Lima, acaecida amigaza de X u Odette Alonso la afincada en México y papiza de la poesía lésbica y, redoble fortísimo, Daína Chaviano, que es para mí la madre del fantástico cubano.
Por una entrevista en la televisión cubana (Papel en blanco) sobre literatura de ciencia ficción en la isla, donde además de ella salía Yoss, quizá el más conocido actualmente, y Eric Flores, y que resultó que todos ellos eran egresados del Centro Literario Onelio Jorge Cardozo (quizá la versión cubana del programa de escritura de Iowa) empecé a buscar sus cuentos y su obra.
A ella parece gustarle más la fantasía que la ciencia ficción pues en la primera no halla límite alguno, mientras que en la segunda los límites son marcados por las posibilidades científicas y técnicas.
Ahora le conozco dos cuentos publicados en Clarkesworld: Geminoid, leíble aquí, sobre androides y gemelos, y Ojos de cocodrilo, leíble aquí, donde el personaje femenino hace el sacrificio máximo para salvar a su pueblo.
Pude también leer la noveleta, Los errantes, que entra en mi gustado cyberpunk y donde otra heroína va descubriendo, en los linderos casi apocalípticos del espacio, qué es lo que realmente significa estar viva.
Es importante señalar algo de su recorrido de vida, pues Malena es informática, pero también estudia leyes en la Universidad de La Habana, y fue ganadora del Premio David convocado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Después ganó el Premio Calendario, otro gran premio de cifi en Cuba, y otro más de la revista Juventud Técnica.
Personalmente, estos premios atestiguan de la calidad de su obra, de su construcción literaria, sus tramas y personajes, pero ha sido leerla lo que me motiva a buscar más de ella y de querer que otros más la conozcan, porque aunque sé de su fama en Colombia o en España y por acá, siento que merece muchos más lectores inteligentes de sus letras.
Así que sin más les deseo un feliz descubrimiento y mejores y felices lecturas de Malena.
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¿Cómo fue tu descubrimiento de la lectura y de los libros?
En mi casa siempre hubo una fuerte tradición lectora. Mi familia me leía libros, los clásicos infantiles, antes de dormir. Luego, al aprender a leer, me convertí en una lectora voraz. Leía incluso el diccionario (un Larousse ilustrado). Y poco a poco avancé en lecturas hasta sumergirme en la búsqueda de historias cada vez más complejas e interés por los clásicos.
¿Cuál dirías que fue la razón principal que te convirtió en lector?
Mi abuelo, en paz descanse, fue el primero en casa en percatarse de que era una lectora y escritora en potencia. Sospecho que lo sabía incluso antes que yo. Fue el proveedor de los libros de mi infancia y siempre me animó a ir más allá dado que tanta lectura comenzaba a despertar en mi la necesidad de crear mis propias historias.
¿Recuerdas qué te atrajo del primer libro leído por elección propia?
Fue El Capitán Tormenta, de Emilio Salgari. Amaba la aventura y lo que me atrapó por completo con este libro fue descubrir que el Capitán Tormenta, vencedor del León de Damasco, era una mujer que había tomado las armas por decisión propia.
¿Tienes algún ritual/preferencia/técnica específica para leer?
En realidad, no. Elijo un libro y me pongo a leer de inmediato. No hay horarios, no hay rituales ni preferencias.
¿Qué lees ahora y qué te llevó a elegir dicho texto?
Acabo de terminarme Ladrona de Medianoche, de Nalo Hopkinson. Deseaba saber cómo era el tratamiento de la idiosincrasia y la mitología caribeña desde la visión anglosajona.
En tu formación como escritor, ¿qué libro/escritor ha tenido mayor influencia en tu obra y por qué?
Primero fue la saga de Harry Potter, de J.K.Rowling, dado que logró despertar el amor por la lectura de millones de personas alrededor del mundo. Yo ya amaba la lectura, pero Harry Potter me animó a probarme a mí misma escribiendo fanfics y publicándolos en las redes.
Después (y en la actualidad) es la saga de Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski, debido a su maestría en la creación de dramatis personae vivos, su habilidad para esconder una corriente filosófica más profunda bajo la primera capa de un libro de fantasía medieval y su generoso tratamiento de la mitología eslava.
¿Cómo te decantaste por el género favorecido por ti a la hora de escribir?
Cuando comencé a escribir me dieron un consejo certero: escribe sobre lo que conozcas. Desde mi niñez, el género de la fantasía y ciencia ficción poblaban mis lecturas y mi imaginación se volcó sobre estos mundos, futuros, posibles e imposibles. Actualmente soy capaz de escribir cualquier género literario, pero mi favorito es la ficción especulativa.
¿Qué personaje literario ha marcado tu construcción de personajes y cómo ha sido eso?
En una pregunta anterior, comenté que la saga de Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski ha sido importante para mi formación como escritora. Andrzej Sapkowski se convirtió, sin saberlo, en mi mentor en cuanto a la construcción de personajes. A través de una lectura crítica de su obra, estudio cómo es capaz de colocar capas tras capas sobre un personaje hasta acercarlo a lo humano y, poco a poco, lo apliqué a mis propios personajes.
¿Cómo sucedió la escritura de tu primer texto?
Me encantan los videojuegos. De niña jugué Tomb Raider y Lara Croft era/es mi heroína. Así que comencé con unos textos muy cortos sobre posibles aventuras de Lara. Recuerdo que los escribía en una especie de agenda que mi abuelo confeccionó para mí. Después, pasé a los fanfics de Harry Potter que sí los escribí ya en una PC y, gracias a una idea que surgió sobre uno de estos mundos prestados, escribí mi primera novela, Nade.
Si pudieras reescribir tu primer texto, ¿qué harías diferente/igual y por qué?
No lo reescribiría. Este primer texto me recuerda que la literatura es un eterno camino de aprendiz, con errores, con atinos o desaciertos. Que a veces nuestra calidad literaria no se mantendrá constante, sino que podemos tropezar y caer. Mi primera novela me recuerda que nos podemos levantar y avanzar. Es perfecta tal cual está, sin ser una obra maestra, para su tiempo, para mi tiempo como iniciada.
¿Tienes algún ritual/preferencia/técnica específica para escribir?
No, no tengo nada de eso, tal y como me sucede a la hora de leer. Escribo donde sea, cuando sea, cómo sea. Solo cuando se me presenta el bloqueo del escritor, juego videojuegos, escribo a mano o escucho música. Mientras, la inspiración suele fluir bien.
¿Cómo sucedió tu ingreso al mundo editorial?
A través de mi primera novela, Nade. Ganó el premio David de Ciencia Ficción en Cuba, después de 25 años sin convocarse.
¿Cómo imaginas el mundo de la edición en los siguientes años?
Me gustaría que fuera más riguroso. Si los editores son indulgentes, el escritor no aprenderá, la obra no mejorará y los lectores no tendrán un libro memorable en sus manos. Tengo la gran fortuna de que con todos los editores con los cuales he trabajado son rigurosos y disciplinados. Cada anotación que realizan viene acompañada por una explicación acertada, a veces dura, descarnada, de por qué hay que modificar algo en el texto y están abiertos a la conversación. Sin edulcorante, un golpe seco. Así he aprendido y seguiré aprendiendo. Así intento transmitir mi conocimiento a quien lo busca.
Dadas las posibilidades editoriales futuras, ¿crees que tu propia obra tendrá un cambio sustancial en sus perspectivas/alcances?
Depende de cómo evolucione el mundo y el cómo me adapte a él.
¿Cuál quisieras que fuera tu legado en la literatura?
Dejar historias que marquen una diferencia en los corazones de los lectores.
¿Qué le recomendarías a un autor que apenas comienza y que te ve cómo inspiración?
Le ofrecería los cuatro primeros consejos que recibí cuando comencé a escribir:
1 Escribir sobre lo que se conozca.
2 Escribir lo que le gustaría leer.
3 Leer el triple de lo que escriba
4 No tomarse la crítica tan a pecho.
AAl final, la crítica es a tu obra, no a tu persona. Si la crítica viene con argumentos suficientes, solo va a mejorar la obra, no empeorarla.
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