POÉTICAS PERSONALES: ADRIANA OTERO

 



Supe de Adriana Otero de una manera un tanto fortuita. Hace algún tiempo, logré colocar algunas minificciones en la Antología Virtual de Minificción Mexicana de las que sentía, siento aún, cierto apego emocional. Después de anunciarlo en mi naciente twitter y de compartir el vínculo con amistades, familia y todo quien quisiera leer en su tiempo libre, regresé a la página en la semana para cerciorarme de que no hubieran erratas en mis textos. Al cabo de una semana, el blog había sido renovado con una nueva entrada y ahí encontré algunas minificciones de Adriana.

Sus minificciones perfilan un horror sutil, casi silencioso, esos horrores que se anuncian lentamente y que van horadando un hueco en la cabeza. 

Me gustó mucho la primera, titulada Danzas, pues siempre me ha atraído el tema de los ángeles caídos. El último baile es una minificción precisa y llena de poesía, la imagen final es contundente y plena de luz. La otra que me agradó fue Maquillaje, pues en el desdoblamiento del personaje se concentra todo el horror gore de las películas B ochenteras, del splatterpunk de Laymon, Lansdale, Ketchum y J. F. González y hasta de body horror

Las buenas minificciones logran, con tan poco espacio, con tan pocas palabras, que se despliegue el imaginario del lector y las asociaciones literarias y culturales se multipliquen. Esas minis tenían eso. 

Por otro lado, Adriana estudió Comunicación en la FES Acatlán, así como un Diplomado en Literatura y además de la escritura se dedica a la fotografía. 

Ha sido jurado del Festival Macabro 2021, edita el blog Mucho miedo MX donde reseña películas, libros, series; narra historias de miedo, apariciones, extrañas, lúgubres y terroríficas. 

Su guion titulado El espejo ganó el primer lugar en Espanto Film Fest y recientemente participó en la Antología Mujeres en la Minificción Mexicana editada por EOS Villa.

No puedo dejar de mencionar que Adriana publicó hace algunos años el libro Evocaciones lóbregas donde reúne catorce cuentos de horror extraño. 

Que sus lecturas sean horrorosamente felices.

¿Cómo fue tu descubrimiento de la lectura y de los libros?

Desde muy pequeña, en las ferias de libros que organizaba la escuela a la que asistía. Ahí descubrí ciertas antologías con cuentos de horror clásicos adaptados para niños. Mi madre tenía libros que resultaban de mi interés, mi abuela también leía mucho y cuando la visitaba, hojeaba las revistas que tenía.

 

¿Cuál dirías que fue la razón principal que te convirtió en lector?

Cuando era niña, buscaba enciclopedias para aprender más sobre distintos temas. Especialmente, sobre animales. Posteriormente, fue el descubrimiento de autores que me gustaban. No es lo mismo leer lo que manda la escuela a decidir qué es lo que uno quiere leer. Las ferias de libros siempre son un buen espacio para conocer obras y autores.

 

¿Recuerdas qué te atrajo del primer libro leído por elección propia?

Siempre me gustó el tema acerca de los templarios, las reliquias, los misterios. Así que cuando vi en un remate el libro La sombra del templario de Núria Masot, no lo pensé dos veces y lo adquirí. Una muy buena elección, realmente es una saga que me gusta mucho y me llevó a buscar otros libros similares.

 

¿Tienes algún ritual/preferencia/técnica específica para leer?

Simplemente apago todo, incluyendo el teléfono. Me siento en mi cama con una lámpara y mi perro al lado de mí para leer el libro en turno antes de dormir.

 

¿Qué lees ahora y qué te llevó a elegir dicho texto?

Actualmente leo Criminal-mente de Paz Velasco de la Fuente, un libro que trata sobre criminología, lo cual resulta muy atractivo para mí.

 

En tu formación como escritor, ¿qué libro/escritor ha tenido mayor influencia en tu obra y por qué?

Los cuentos de Edgar Allan Poe. El horror que parte de la mente de cada persona es más terrorífico para mí que otras causas. Lo que puede llegar a hacer una persona por un objetivo o por miedo.

 

¿Cómo te decantaste por el género favorecido por ti a la hora de escribir?

Mi mamá me introdujo en el mundo del horror cuando veía con ella películas y series. Posteriormente, fui adentrándome en el género descubriendo más cosas hasta llegar al punto en el que pensé “esto es lo que quiero hacer, de aquí soy”.

 

¿Qué personaje literario ha marcado tu construcción de personajes y cómo ha sido eso?

Quizá los personajes atormentados de Poe, pero en realidad no tengo uno en específico.

 

¿Cómo sucedió la escritura de tu primer texto?

Mi primer texto lo escribí cuando tenía siete años. Simplemente, me senté frente a la máquina de escribir y salió mi primer cuento de horror. Aunque no recuerdo mucho la situación. De manera más seria, el primero fue cuando vi una convocatoria y me dispuse a armar una historia que me agradara dándole los elementos del horror.

 

Si pudieras reescribir tu primer texto, ¿qué harías diferente/igual y por qué?

Escribiría lo mismo, es uno que me gusta mucho.

 

¿Tienes algún ritual/preferencia/técnica específica para escribir?

Apago todo y prendo un par de velas. Pongo la playlist que vaya de acuerdo con lo que voy a escribir y comienzo a hacerlo en mi libreta. Siempre es ahí primero y cuando tengo una idea más estructurada, entonces la trabajo en la computadora.

 

¿Cómo sucedió tu ingreso al mundo editorial?

Mi libro era más un gusto que algo comercial, así que decidí auto-publicarlo para que quienes siempre me habían comentado que querían leer mis cuentos pudieran hacerlo y después tener la oportunidad de darlo a conocer a más personas fuera de mi círculo.

 

¿Cómo imaginas el mundo de la edición en los siguientes años?

Creo que deberán generar mejores estrategias para los autores. Actualmente, con las redes sociales y plataformas, es más fácil que uno pueda auto-publicar a esperar que una editorial le dé una oportunidad.

 

Dadas las posibilidades editoriales futuras, ¿crees que tu propia obra tendrá un cambio sustancial en sus perspectivas/alcances?

Creo que actualmente se pueden explotar muchos elementos para hacer obras más creativas e, incluso, interactivas, que aprovechen todas las herramientas. Por mi parte, es algo que me gustaría intentar.

 

¿Cuál quisieras que fuera tu legado en la literatura?

Que la gente pensara en mis historias y les diera escalofríos. Esas cosas que se te quedan en la mente durante días.

 

¿Qué le recomendarías a un autor que apenas comienza y que te ve como inspiración?

 

Que nunca lo deje, que siga practicando, siga escribiendo. Considerar las opiniones como lo que son, puede tomar lo bueno y corregir aquello que sea necesario. Sin embargo, nunca hay que dejarse hundir por las críticas negativas sin fundamento o los resultados de convocatorias. Porque son sólo eso, opiniones. Que no les guste a algunos, no quiere decir que no le vaya a gustar a nadie. Que haga lo que más le agrada y siempre trate de mejorar y aprender. 


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