POÉTICAS PERSONALES: SOFFI P. GUIDO
Realmente puedo decir que es un honor que haya aceptado contestar estas preguntas sobre su proceso, pues he podido leerle dos libros que me resultaron muy divertidos y me intrigaba mucho cómo sería esa persona que contaba esas historias tan desternillantes, tanto como lector como colega. Por otro lado, si bien hoy en día hay buenísimos autores de literatura infantil y juvenil en español que crean universos muy variados y personajes entrañables, como el mismo Jaime Alfonso Sandoval del que Soffi es aficionada, ella sin duda destaca por su juventud y por su mirada perspicaz y lúdica.
Quisiera creer que Soffi está de acuerdo con que la LIJ es dentro de la literatura una de las más importantes que pueden existir. Resulta una etiqueta del mercado que orienta a los nuevos lectores y a sus padres, que suelen ser a veces los que aprueban o reprueban estas obras, pero su importancia radica en que hacer leer a los niños y a los jóvenes es una labor de una responsabilidad enorme. No en vano son estas lecturas las que les descubren el mundo y son susceptibles a marcarlos en sus cortas vidas para siempre.
Todos los que somos lectores iniciamos con algún libro que nos habló directamente, un libro que lo sentimos escrito sólo para nosotros, que nos tocó hasta lo más profundo del alma y que nos convirtió en los lectores que somos. Al parecer a Soffi le sucedió algo similar, con su mamá leyéndole historias que le despertaban su imaginación, con las visitas a las ferias del libro donde podía ser feliz y libre para elegir y ser.
Como joven autora, el universo de Soffi radica en la narración de niños y jóvenes que bien pudieron ser sus compañeros de clase, los primeros amores, las aventuras escolares, las relaciones de amistad y el descubrimiento de nuestros caminos de vida. La música habita su universo (ella misma violinista y melómana) y puntúa un ritmo en sus letras. Está presente en dos de sus libros de forma estelar: La caída de Black Shark y Sonata. De ésa última, que me parece su libro más maduro, me gustó mucho cómo va develando la historia hasta el desenlace sorpresivo.
Me gustaría decir más sobre su incipiente obra, pero quisiera también que ustedes tuvieran oportunidad de leerla con el descubrimiento de la primera vez. No dudo que su obra será prolífica y será importante en el ámbito de la LIJ en español.
Que sus lecturas sean felices.
¿Cómo fue tu descubrimiento de la lectura y
de los libros?
Los libros y la lectura siempre estuvieron en mi vida, así que tuve que preguntar para saber dónde empezó todo.
Mi mamá tenía un kínder donde formó una pequeña biblioteca con libros que le regaló el DIF, con donaciones de los papás de los alumnos y con libros que ella compraba. Cada semana los niños del kínder se llevaban uno o dos libros a sus casas para que sus papás se los leyeran y mi mamá hacía lo mismo: escogía uno o dos libros y nos los leía a mí y a mi hermano, porque yo no sabía leer.
Desde los 4 años me llevaban cada año a la FILIJ a comprar libros, participar en los talleres, ver los espectáculos y escuchar los cuentacuentos. Eso también hizo que me enamorara de los libros y que la FILIJ se convirtiera en mi época favorita del año y mi lugar feliz. No he faltado a ninguna FILIJ desde entonces; es muy bonito encontrarse en los pasillos y en los jardines a los escritores e ilustradores que comparten contigo esta profesión tan bonita.
¿Cuál dirías que fue la razón principal que
te convirtió en lector?
Los libros que
me leían cuando iba en el kínder, y que más tarde yo leí cuando aprendí, eran
muy divertidos, me transportaban a mundos mágicos y a situaciones que me
encantaban. El hecho de estar escritos con palabras que yo conocía y de tratar
situaciones que me parecían creíbles e interesantes, hicieron que me dieran
ganas de leer más y más libros porque me la pasaba muy bien al estar metida en
esas historias.
¿Recuerdas qué te atrajo del primer libro leído
por elección propia?
El primer libro
que leí yo solita se llamaba Macaquiño
y me atrajo porque era de un changuito muy simpático (y a mí me gustan mucho
los changuitos).
¿Tienes algún ritual/preferencia/técnica
específica para leer?
Creo que no. A veces leo acostada en la cama, otras veces en el sillón; leo junto a la ventana, en el piso, en la mesa, en una banqueta, en las bancas de algún parque, en el metro o en el metrobús, a veces en los aviones (si no me da miedo el trayecto) y una vez leí mientras caminaba y casi me rompo la cabeza. Leo cuando me dan ganas de leer y el entorno se encarga de lo demás, el libro nada más pone las letras.
La mayoría de los libros que tengo los he comprado en alguna feria del libro. A veces los escojo por la portada, por el autor o por la reseña que me da alguno de los vendedores (hay vendedores me conocen tan bien de años pasados que ya saben qué recomendarme)
¿Qué lees ahora y qué te llevó a elegir
dicho texto?
Ahora estoy
leyendo Nashville o el juego del lobo
de Antonia Michaelis. Hace una semana, más o menos, empecé a leer un libro que
no me gustó para nada (y eso que tenía ilustraciones padres); como necesitaba
un libro que me rescatara de esa mala experiencia, tomé esta novela del montón
de libros, pues hace unos años leí otro texto de esta autora que me encantó.
En tu formación como escritor, ¿qué
libro/escritor ha tenido mayor influencia en tu obra y por qué?
Una vez una
amiga me dijo que mi estilo es un poquito parecido al de Jaime Alfonso
Sandoval. No sé si tenga razón (eso sería para mí un halago, ojalá fuera verdad
al menos en un 1%), pero podría ser verdad porque es mi escritor favorito en
toda la galaxia y he leído casi todos sus libros. En caso de que sea así, no lo
hago de forma consciente, pero supongo que en lo que uno escribe se reflejan
los libros que más nos han gustado, ¿no?
(Jaime, si estás
leyendo esto, te admiro mucho, eres el mejor)
¿Cómo te decantaste por el género
favorecido por ti a la hora de escribir?
Empecé a
escribir para niños sin saber que escribía para niños. En cuarto de prepa tuve
una maestra de Lengua Española que nos pedía escribir cuentos casi cada semana;
a mí me encantaba leer mis historias, no sé si por asegurar mi calificación o
porque me divertía mucho al escribirlas. Recuerdo que un día la maestra me dijo
“lo que tú haces se llama literatura infantil y juvenil” y todos mis compañeros
se rieron; luego ella nos explicó la importancia de los libros para niños y
jóvenes y yo me quedé pensando que tal vez ella tenía razón y todo lo que había
escrito ese año (y lo que escribí después) encajaba en ese género. Creo que no
me sale escribir historias que no sean para niños. Y tampoco se me da mucho
leer libros que no son para niños, la verdad.
¿Qué personaje literario ha marcado tu
construcción de personajes y cómo ha sido eso?
Creo que
ninguno. La mayoría de los personajes que he hecho tienen un poco de mis
amigos, mi familia o mis alumnos o de los comentarios que escucho de las
personas en el transporte público: siempre dicen cosas muy interesantes y
divertidas.
¿Cómo sucedió la escritura de tu primer texto?
El primer texto
que escribí fue un diario de vacaciones que me dejaron de tarea en primero de
primaria. Lo hice en una libreta café con una foto de Winnie Pooh que recorté
de una Cajita Feliz. Al principio no sabía que escribir, así que le pregunté a
mi mamá qué podía poner; ella me dijo que me imaginara que la libreta era una amiga
y que le contara todo lo que había hecho ese día, lo que veía y lo que pensaba
y así le hice. Desde ese entonces la libreta de Winnie Pooh se hizo mi amiga. Estuvo
divertido.
Si pudieras reescribir tu primer texto,
¿qué harías diferente/igual y por qué?
Como el primer
texto que escribí fue ese diario de vacaciones y nunca se publicó (ni se
publicará porque desapareció misteriosamente), creo que no haría nada
diferente, así estuvo bien.
¿Tienes algún ritual/preferencia/técnica
específica para escribir?
La mayoría de
las veces escribo con música y, hasta que no encuentro la música específica
para lo que estoy escribiendo en ese momento, no puedo comenzar. La música es
una parte muy importante de mi vida, así que de una manera extraña combino la
música y la literatura, ya sea cuando estoy escribiendo o cuando voy a tocar
algo en el violín. A veces escribo en la mesa, otras veces en el sillón de mi
cuarto o en mi cama, pocas ocasiones he ido a la biblioteca de la escuela donde
doy clases o a una cafetería ahí cerca. Me gusta pensar la idea de lo que voy a
escribir un millón de veces y después hacer muchas notas en una libreta; hasta
que tengo todo claro, de inicio a fin, me pongo a escribir directo en la
computadora.
¿Cómo sucedió tu ingreso al mundo editorial?
Esa es una
historia triste, feliz, emocionante y terrorífica al mismo tiempo. En 2013
participé en un concurso de cuento que organizó Editorial Porrúa, en convenio
con la Secretaría de Turismo. Fue la primera vez que mandé un texto a un
concurso porque todo lo demás que había hecho era sólo para mí. Si te soy
sincera, no esperaba nada de esa experiencia porque fue algo que escribí en una
tarde y de forma improvisada, pero al final gané el tercer lugar del concurso y
publicaron mi primer libro. ¡Me emocioné muchísimo! Me puse a gritar, a brincar
en la cama y me azoté contra la pared, no sé por qué. Después de eso pasaron
cosas feas, como que me robaron mi tercer lugar, me amenazaron para no decir
nada y terminé endeudada y deprimida, pero lo importante es que el libro se
publicó.
¿Cómo imaginas el mundo de la edición en
los siguientes años?
Ni siquiera he
acabado de entender cómo es el mundo de la edición en la actualidad, así que no
me imagino cómo será en el futuro.
Dadas las posibilidades editoriales
futuras, ¿crees que tu propia obra tendrá un cambio sustancial en sus
perspectivas/alcances?
Esta pregunta no
la entendí 😕
¿Cuál quisieras que fuera tu legado en la
literatura?
No escribo para
dejar un legado, escribo lo que me gusta porque me divierte y porque me gusta
que la gente que lee mis historias pase un rato agradable.
¿Qué le recomendarías a un autor que apenas
comienza y que te ve como inspiración?
Pues la verdad
no creo que nadie me vea como inspiración, pero le diría que lo más importante es
ser honesto. Cuando uno escribe con honestidad y no con el afán de agradar a
otros, eso se nota y logra que el texto conecte con los lectores. También es
muy importante leer, pero no sólo libros, sino todo lo que nos rodea: las
personas, las situaciones, las películas, la música, las noticias en la
televisión… todo. Vivir es lo más importante porque para poder plasmar cómo es
la vida, hay que vivirla y disfrutarla. ¡Y escribir! Si se quiere escribir hay
que escribir.
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