OBRA EN EL CIBERESPACIO: CANICAS CÓSMICAS

 


En 2001 tenía yo diecisiete años apenas y estudiaba en París en el Lycée Michelet de Vanves. Tenía una escolaridad a medio camino entre México y Francia y era un ávido lector de toda la poesía francesa e hispanoamericana que me cruzara por las manos. 

Mi abuelo tenía una biblioteca bien surtida y ahí me había iniciado en mi aventura lectora. 

Él prefería la narrativa, pero tenía poesía de John Donne, los sonetos de Shakespeare, poesía de Quevedo y Espronceda, la generación del 27, en particular Miguel Hernández y Federico García Lorca, Octavio Paz. De los franceses recuerdo a Victor Hugo y Baudelaire, a Rimbaud y Verlaine, sin olvidar a Valéry. 

Pero sobre todo a Stephane Mallarmé. 

En la biblioteca del liceo encontré un ejemplar de Un coup de dés jamais n'abolira le hasard que me parecía una poema, por su disposición en la página y su verso libre, bastante puro. La estética de la palabra hace que la lectura brinque de verso en verso, se pasee como un flâneur por lo blanco de la página. Es una libertad que explota los márgenes y proyecta al poema hacia la eternidad. 
Al leer este poema, no tengo duda, mi visión de la poesía cambió para siempre. Las exploraciones poéticas, sobre todo aquellas de la juventud, nos marcan a fuego la conciencia y nos acompañan para siempre. 
No puedo negar que Canicas Cósmicas es un poema mallarmeano, una copia lejana y admirativa de un poeta inexperto, un experimento del poema como búsqueda del sublime, de lo absoluto escondido tras las manifestaciones fenómicas del horizonte mundano, la luz inmanente y eterna de la verdad.

Tuve el atrevimiento de hacerlo publicar como una plaquette de 100 ejemplares que regalé a mis compañeros y profesores del liceo. Otros los mandé vía correo a gente de México y España, la postal de navidad. 

Con las mudanzas creí haber perdido para siempre el texto, pero ahora, con la pandemia, he tenido oportunidad de escombrar el desván de la casa de mis padres y ahí hallé la copia que le envié a ellos. 

Sin corrección alguna, lo reeditó ahora y, gracias a un colega diseñador que me lo ha maquetado en digital, lo regreso al mundo. 

No juzguen la juventud inocente del verso, sino el atrevimiento de pensar que esto tiene valía. 

Que sus lecturas sean felices. 

Descárguenlo aquí 👉CANICAS CÓSMICAS

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